Siempre he dejado que el pasado dicte mi futuro, que cree una imagen falsa de lo que no soy y me arrastre hacia donde no quiero ir.
Drake Chambers es tan arrogante y cabezota como yo. Al ser quarterback en el equipo de la universidad, una estrella nacional, creí que solo era uno más de esos chicos… de los que toda chica en su sano juicio debería huir. Pero no solo lleva el peso del fútbol sobre los hombros. Y ha descifrado los sentimientos y creencias a los que tanto tiempo me he aferrado.
Creí que lo teníamos todo solucionado. Dos personas que se quieren y que han encontrado, por fin, su final feliz, pero el pasado siempre busca la manera de colarse en el presente… y de estropearlo todo.
Porque, a veces, una simple decisión te cambia la vida… para siempre. Y ya nada vuelve a ser igual.

Nuestro personajes son dos polos opuestos y como dicen, los polos opuestos se atrapen, ya que por más que Emery se empeñe en huir de Drake y centrarse en sus estudios y en sus sueños, poco a poco se dará cuenta de que algo los une: su dolor del pasado. Pero una vez que empiezan a conocerse, Emery se dará cuenta de que Drake no es solamente una fachada bonita, sino que dentro, esconde muchos sentimientos y mucho pasado turbio que le hizo madurar. Os seré sincera, los protagonistas, no me convencieron, no me parecieron nada mal pero sinceramente esperaba que me gustaran mucho más. Como os comentaba arriba, la primera parte de esta trilogía me enamoró, me emocionó y adoré a sus personajes y en cambio con esta novela sentía que no estaban bien perfilados del todo, ya que no llegué a conocerles como me hubiera gustado.

Pero no me entendáis mal, aunque tuve mis ciertos malos entendidos con el libro, aún así, me entretuvo muchísimo, y es cierto que una vez que lo empiezas es muy difícil parar ya que engancha. Mucho. No es una mala historia, solo que no fue para mi, por los tópicos que tenía, pero aún así, hizo su función y me entretuvo bastante. Eso sí, para leerla cuando no sabes qué te apetece y quieres desconectar un rato, ¡perfecto!
Si lo que buscáis es un libro que os entretenga, que sepáis que tampoco será la historia de vuestra vida, os lo recomiendo bastante, porque como comento al ser tan cortito, realmente se lee en un suspiro, de hecho, lo leí en una misma tarde, aunque os recomendaría mil veces más, su primera parte, cada vez que llueve.
Ya nada es igual de LISA DE JONG ha sido una lectura que no acabó de convencerme del todo, ya que esperaba mucho más de la novela, después de lo maravilloso que fue su libro anterior, aún así, me enganchó mucho y fue muy ágil de leer, perfecto para desconectar.
-Anny.
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